El Teólogo N°35, actualizado en 7.8.2022
"Sólo la fe" sería necesaria para la "eterna salvación", así es la enseñanza de la iglesia. Desde la reforma en el siglo
16, esto es enseñado por las iglesias evangélicas, y desde 1999 la iglesia
católica concuerda con esto (para mayores detalles ver en el
epilogo).
No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos." (Jesús de Nazaret, Biblia, Evangelio según mateo 7, 21) |
¿Sin embargo si sólo la fe basta, entonces por qué Moisés dió los diez mandamientos a los hebreos? ¿Y por qué Jesús enseñó el sermón de la montaña? ¿Por qué ni Moisés ni Jesús dijeron "sólo la fe basta"? ¿Entonces Pablo, que en una parte de la Biblia habla que el hombre es justificado por la fe (Romanos 3, 28), ha traído esta oferta, la del salvación al hombre? ¿O más tarde, especialmente por Martín Lutero que siempre habla de esto? ¿Y quién falsificó algo esta parte bíblica de Pablo, de manera que en las Biblias de Lutero actuales dicen, que el hombre "sólo se justifica por la fe"? La palabra "sólo" no aparece en el texto original de Pablo. Lutero la añadió a su traducción.
"Jesús se ha cargado con todos los pecados" enseñan constantemente las iglesias. "Cree también y tus pecados te serán quitados" ¿Entonces si Jesús cargó con todos los pecados por qué los hombres cargan con tanta dificultad sus pecados? ¿Por qué cada vez se enferma más, se vive mas infelizmente y con mas violencia? ¿Si Jesús se ha cargado con todo lo negativo? Los matrimonios se separan, en la economía rigen la envidia y la corrupción, cada vez más personas se atacan con pensamientos, palabras y actos, y muchos países son bombardeados. Si Jesús ha cargado con todos los pecados, al menos los creyentes deberían estar libres de ellos y esparcir paz y felicidad en la tierra. Pero mirando a nuestro mundo y a la cristiandad se puede observar: Que el caso es lo contrario ¿Entonces qué trajo esta enseñanza, de que la fe es suficiente? La historia de la iglesia y la situación de la humanidad y la tierra lo muestran ahora.
En la Biblia, a la cual se refieren las iglesias, también se lee: "He aquí, yo hago nuevas todas las cosas" (Apocalipsis 21, 5) ¿Cómo ha de suceder esto? ¿Haciendo que los hombres sean seguidores del Jesús de Nazaret, realizanndo paso a paso lo que el enseñó? ¿O por la fe sola? Jesús enseñó a los hombres cómo diferenciar a los profetas de Dios, y los hombres sabios de los lobos: "Por sus frutos los conoceréis" (Mateo 7, 16). La primera posibilidad que el seguimiento a Jesús de Nazaret paso a paso, de seguro llevará a una renovación. ¿Pero que frutos tiene la segunda posibilidad "solo por la fe"? Los frutos de esta creencia eclesiástica se hicieron evidentes en los últimos siglos, o se manifestarán. La cristiandad es la religión líder en este planeta, que por su influencia, muchas religiones empeoraron. Ninguna religión ha bendecido tantas guerras en los frentes de ambos lados. Y además por ejemplo, sufren en nuestros tiempos los animales y la naturaleza como nunca antes en la historia del desarrollo de nuestra tierra y de las personas. A ellos, a la cristiandad se le dió el encargo: "llenad la tierra y subyugadla" (Génesis 1, 28) ¿Y como fue puesto en práctica este encargo? A una velocidad como nunca antes, se extinguen las especies de animales, y toda la "creación" clama por la liberación de sus torturadores, el ser humano, y clama por la renovación. ¿Y de qué manera aún podría suceder esto? ¿Quisiera el creyente, por lo menos en esta aguda situación, aprender de comunicar con la madre tierra y todas sus formas vivientes y elementos, de manera que por ejemplo, sienta el sufrimiento de los animales que son matados para el consumo de carne o que en nombre de una aparente salud para el hombre, son terriblemente torturados? ¿Y quisiera el creyente de esta manera, cambiar también su comportamiento? ¿O, "todo será nuevo" por el cambio climático que está desembocando hacia una catástrofe climática sin precedentes, porque el creyente maltrata brutalmente a la tierra y sus criaturas, en vez de cuidarla y protegerla? ¿Llegará el momento en que el planeta tierra se "limpiará" de los creyentes y también de los otros, porque ya no puede soportar su violencia? ¿Se "renovará todo" así? El futuro pronto lo mostrará.
El sistema inmunológico de los animales y de las plantas de la tierra, se debilitan cada vez más, y a los seres humanos les sucede lo mismo. Por esto las enfermedades aumentan a nivel mundial. Muchas veces sería un "misterio de Dios" quién y cuando alguien enferma, así lo dicen las iglesias. Y también en esta situación sería valedero, "sólo la fe te salva". O: "Cree con fuerza, así a lo mejor sanarás". O si nada sirve: "La última unción, entonces todo saldrá bien".
Para esto una parábola: Un lago se transformó en un charco. Se ve que casi no tiene un desagüe y casi tampoco un afluente. Si se esta parado frente al charco y se dice: "Límpiate lago, para que nuevamente puedan haber peces en ti" – ¿el lago se purificará? ¿O tenemos que hacer algo, construir un afluente y un desagüe, de manera que el lago se clarifique y que los peces pueden estar nuevamente en su elemento, en agua clara y oxigenada? Y muchos dicen: "Estoy enfermo. Yo creo en Dios, Él me sanará". Pero si alguien sólo cree, entonces no sabe qué es lo que le produjo la enfermedad. Si estamos atentos recibimos muchos avisos que nos podrían llevar a la causa: Palabras del médico, pero también conversaciones con nuestros semejantes o de sucesos de nuestro diario vivir, que nos podrían servir como experiencia. Jesús de Nazaret dijo a sus contemporáneos, como pueden mantenerse sanos después de una sanación: "Mira has sido sanado, ve y no peques más" (por ejemplo Juan 5, 14). Sin embargo, si alguien no aprovecha su día y no observa y purifica lo que hoy debería reconocer y poner en orden de su comportamiento erróneo, éste se transforma nuevamente en un charco. Casi no le llegan energías positivas de vida y casi tampoco no elimina energías negativas. Aquel que sólo cree, no encuentra las causas que le han puesto en una determinada vivencia y tampoco lo puede cambiar. Y así su vida, se parece al charco, que casi no tiene un afluente ni tampoco un desagüe. Y creyendo, el hombre se consume (La parábola es extraída del libro El mensaje dado desde el infinito, Editorial Das Wort; Marktheidenfeld, y representada aquí en forma pertinente).
Entonces los creyentes van a menudo al pastor o al sacerdote, y allí muchos también solicitan el perdón de sus pecados. Y entonces el clérigo dice: "¿Crees tú que yo te puedo otorgar el perdón en nombre de Dios?" Esto, el pastor no lo puede hacer. Pero el cristiano nuevamente debe creer esto y responde con un "si". Pero Jesús jamás enseñó el perdón mediante la confesión con pastores y sacerdotes. En cambio Él dijo: "Reconcíliate primero con tu herman, con tu hermana" (Mateo 5, 24). Para esto no es necesaria una "confesión sacramental". Esto solo confunde al "pecador". Esto debe ser resuelto directamente por los afectados. Se reconcilia la persona o conscientemente va dando el primer paso hacia su prójimo, entonces con el tiempo él se libera y lo nota en su alma y también en su cuerpo. Ya no tiene que soportar muchas cargas. Y no tiene que "creer", lo que no le aporta nada y lo que de todos modos, no es cierto. Así por ejemplo, la presunción de que las palabras de indulgencia de los pastores o sacerdotes sería aparentemente el perdón de Dios, lo que ambas grandes iglesias tratan de hacerles creer a sus feligreses.
"La fe sola basta" – La iglesia ha construído todo un edificio alrededor de esta creencia (ver epílogo) y sin embargo todo está construido de antemano, sobre la arena.
¡Pero compare usted mismo! Lea en el lado izquierdo algunos pensamientos al respecto, como debería bastar "solo la fe". Ya que la "salvación" enseñada por las iglesias no está relacionada con una acción, aquí es denominada como "fe pasiva". Y léase a la derecha lo que le podría ayudar a una persona, de forma práctica: "Fe activa", que crece de la confianza en un Dios creador y amante respectivamente, de seguir paso a paso al gran maestro de la humanidad, Jesús de Nazaret.
La "sola fe"
basta –
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La fe activa –
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¿Y en qué
consiste esta voluntad? Esto se lo explica Jesús a un escriba, quien le
había preguntado: "Maestro, ¿qué debo hacer para heredar la vida
eterna?"
(Lucas 10, 25) Su respuesta: "Amarás al Señor tu Dios,
con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con
toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo", tal como ya lo
enseña el antiguo testamento. Y Jesús continúa: "Haz esto y vivirás".
O sea, no "sólo la fe". Y tampoco una iglesia, ni sacerdotes, ni
sacramentos … |
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Ya a los
teólogos de su tiempo Jesús los increpó:
"¡Ay de vosotros, escribas!" (Mateo 23) ¿Sería distinto hoy? |
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La verdadera busca de Dios, a veces
necesita esfuerzo, ya que el hombre debe buscar en forma activa. Cada
uno, en esto, es amado por Dios tal como es en este momento. Pero no
necesita seguir siendo así como es. Pero Dios no obliga a nadie, no lo
fuerza como un "jinete" en una cabalgadura (ver izquierda).
Él creó al hombre como hijos de la libertad y a cada uno le da la
libertad. |
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Y también el conocido líder de la
iglesia católica Tertuliano enseñaba:
"Credo,
quia absurdum" (= Yo creo, porqué es absurdo). |
Nadie, sin embargo, puede demostrar a otro que Dios existe y que es un Dios bondadoso y compasivo. Pero cada uno se lo puede demostrara a si mismo. La fe, para el individuo es sólo un primer paso. Con esto Dios no se oculta delante de los humanos, si no, habla por muchas bocas: De un prójimo, de una planta y también de un animal. También en una determinada situación de la vida habla Dios. Él es en todo lo negativo, lo positivo. Él es en cada problema la solución. En cada dolor el alivio y el guía hacia la salida, de la aflicción y miseria.
Y si a mi prójima la hago un
bien, entonces la alegría interna, que yo siento con esto, es la
respuesta de Dios en mi alma. |
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En base a esta creencia, por ejemplo, habló el obispo evangélico Otto Dibelius, "Incluso el uso de una bomba de hidrógeno, desde el punto de vista cristiano, no sería un asunto tan terrible, ya que todos anhelamos la vida eterna." Si una bomba de este tipo mataría a un millón de personas, así los afectados, respectivamente, los creyentes alcanzarían, "tanto más rápido la vida eterna". (Del año 1957, citado según Manfred Görtemaker, Historia de la República Federal de Alemania, editorial Beck, Munich 1999, pág. 259) Según esta creencia un día todo será nuevo – por guerra o por una catástrofe natural. El hombre no tendría la capacidad de influenciar activamente en esto. En algún momento, en lugar de eso vendría entonces "Dios" y pondría todo nuevamente en orden. A más tardar esto sería así en el más allá.
Aquel que piensa así,
algún día podría poner en juego todo el planeta. Pues "Dios" siempre
podría remover las graves consecuencias del comportamiento humano. Y
renovarlo todo … |
Ya los profetas antes de Jesús hablaban de la llegada del venidero reino de paz en la tierra, donde también humano y animal se respetan, y donde, en base de los hombres pacíficos también las "fieras" se hicieron pacíficos. Así una "palabra de Dios" donde Isaías: "Morará el lobo con el cordero, y el leopardo con el cabrito se acostará; el becerro y el león y la bestia doméstica andarán juntos, y un niño los pastoreará. La vaca y la osa pacerán, sus crías se echarán juntas; y el león como el buey comerá paja. Y el niño de pecho jugará sobre la cueva del áspid ... No harán mal ni dañarán en todo mi santo monte; porque la tierra será llena del conocimiento de Jehová, como las aguas cubren el mar." (Isaías 11, 6-9)
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Esto hay que imaginárselo. La iglesia evangélica-luterana, enseña hasta hoy día: Si alguien hace un bien, que no tenga la "verdadera" fe, para éste su actuar es considerado un "pecado". Esto también significa: Según la enseñanza eclesial, sería condenado eternamente aquel que de esta manera hace una obra buena.
Fundamentalmente: |
Por esto, la fe activa tampoco sigue a un guía religioso. Si no para él es certeza: "Cristo está en mi. Cristo está en mi prójimo." Y él aprende paulatinamente, amar a su prójimos como a si mismo. |
Hace casi 500 años valía el enunciado "Solo la fe basta" como eslogan de la reforma evangélica. La iglesia católica-romana, hasta ese momento, en Europa central, se ha desenmascarado notoriamente como no cristiana, por lo cual innumerables buscadores de Dios no veían ninguna otra posibilidad, que bajo peligro de perder la vida, darle la espalda a esta institución y su reivindicación de dominio totalitario, e intentar fuera de la iglesia un nuevo comienzo.
Mediante la constelación del destino también en aquellos tiempos, el monje Martín Lutero llegó al centro de la opinión pública. El tenía ideas determinadas de una "reformación" de esta iglesia y en un corto tiempo logro tomar ventaja del ánimo anticatólico reinante en el pueblo. Fue él, quién opuso la consigna "La fe sola", a ese culto, a la pompa y el juego de malabares de la iglesia católica. Para muchos buscadores de Dios parecía ser un profeta enviado por Dios. Pero Martín Lutero no quería hacer muchos cambios. Si bien Jesús había instaurado ninguna iglesia de piedras con sacerdotes, altares y púlpitos, Lutero justamente quería salvar a esta iglesia y volverla hacer más "seria" y con esto liberarla de las peores excrecencias.
Pero sus reducidas modificaciones también, para los actuales evangélicos son excesivas. Lo muestra el presente: Los actuales protestantes vuelven a buscar la cercanía del papa. Para esto también renuncian prácticamente a pequeñas conquistas de su "reforma", por ejemplo, callandose en el coloquio "ecuménico". A esto pertenecía el desenmascaramiento de la absolución como una inútil explotación financiera de los ciudadanos o las "reliquias", que Lutero aún los llamaba como inútiles "huesos de perros y caballos" (Schmalkaldische Artikel, II. Teil, Artikel [Artículos de Schmalkalden], parte II, artículo) respectivamente, de los cuales él decía: "Que no son huesos santos, si no, de caballos ú otro cadáver" (Edición de Weimar de los escritos de Lutero, tomo 51, pág. 642). O la tontería de la "santificación o beatificación", que tampoco provienen de Jesús como la indulgencia y las reliquias, lo que se tomó – como muchas otras cosas más – del antiguo politeísmo. Hoy en día los jerarcas evangélicos también dan sus bendiciones cuando, junto a la iglesia católica, esta practica estos cultos. Y cuando Lutero aún aspiraba la abolición del cargo papista "anticristiano" para él, sus sucesores piensan como, quizás ellos también podrían reconocer al papa como su líder y que otra cosa aún tendrían que hacer, para se reconocidos por lo, memos como una "verdadera" iglesia por los jerarcas del Vaticano.
Martín Lutero en una cierta ocasión pretendió, volver a colocar a "Cristo" en el centro de la iglesia, mientras el papa León X (1513-1521), el contemporáneo de Lutero, quién incluso reconoció: "Cuanto nos ha sido útil y a los nuestros, la fábula de Cristo, es consabido" (H. Kühner, Das Imperium der Päpste [El Imperio de los Papas]. Kirchengeschichte [Historia eclesial], Weltgeschichte [Historia universal], Zeitgeschichte [Historia contemporánea]. Von Petrus bis heute [Desde Pedro hasta hoy], Zürich/Stuttgart 1977, pág. 276). Pero Lutero igualmente engañó a las personas (El Teólogo N° 3 documenta la contradicción entre Lutero y Cristo), y su enseñanza también trajo algunos cambios, que lo empeoró todo. Ya que el "reformador" incorporó sus problemas psicológicos y la imagen negativa que tenía de Dios, a la nueva fe (más al respecto ver en El Teólogo N° 1), esta se puso incluso peor que la antigua y es cultivada así hasta hoy por sus sucesores. Así en la iglesia evangélica, por ejemplo, también se enseña el "deus absconditus", el "Dios escondido", el "lado oscuro de Dios", que supuestamente estaría escondiendo secretamente a los hombres. O se enseña, que ninguna persona tiene libre voluntad, para decidirse por la fe correcta. Y finalmente la sentencia evangélica más conocida: "Sola la fe bastaría", de lo que se trata aquí en esta edición del Teólogo principalmente. Pues el "hombre cristiano" tendría "suficiente con la fe" y estaría "desligado" "ciertamente de todos los mandamientos y leyes" así dice literalmente Lutero en su escrito Von der Freiheit eines Christenmenschen [De la libertad de un cristiano]. Con esto contradice a Jesús de Nazaret, quién siempre habla del "hacer" en su enseñanza, como por ejemplo, según Mateo 7, 12.2; Mateo 19, 18-2; Mateo 21, 28-31; Lucas 10, 25-27 o en muchas otras partes.
Martín Lutero con su contradicción frente a Jesús lograr oficialmente, que alguien con el seguimiento de los mandamientos sólo le servía a su prójimo, sin considerar su propia salvación – esta intención la ha presentado, por lo menos, como primer plano. ¿Pero con esto no habrá retirado la traba, para poder transgredir los mandamientos? Realmente ha sacado esta traba comprobadamente, y a ser en una gran medida. Esto primeramente es válido para él, cuando, por ejemplo, exige la ejecución de prostitutas, otros pensantes, esotéricos y los tal llamados "usureros", los judíos que confiesan oficialmente su fe, y muchas otras personas. También aquellos que no apoyan su "enseñanzas de justificación", deberán morir, así el reformador de Wittenberg (ver también El Teólogo N° 3). El clímax de este furia, es la máxima de Lutero. "¡Peca con valor, pero cree con mayor valentía!" De esta manera sus seguidores reducían constantemente los valores y las exigencias ético-morales, de manera que la civilización acuñada por el cristianismo, se encuentra actualmente al borde del abismo: Ella esta altamente armada con un poder explosivo capaz de destruir varias veces la tierra y mediante una despiadada explotación del planeta maniobrada hacia una constante catástrofe climática en aumento. Los animales sufren indescriptiblemente como nunca antes en la historia del desarrollo de la tierra, y les es quitado casi todo espacio vital. Enemistad, envidia, inmodestia dominan a innumerables personas, adulterio y falta de carácter socavan cada vez a más familias y permite sus fracasos.
Nada de extraño, que por esto la iglesia espera, que sus creyentes algún día "solo por la fe" son "salvados" de esta vida terrenal y recibidos en el "cielo". Pero ninguna persona, así la enseñanza evangélica, puede hacer algo por si mismo, para creer de esta manera. Esto lo saben la minoría del los miembros de la iglesia, pero esta enseñanza es medular para la "correcta" fe evangélica. Pues esta fe, suficiente por si misma, así la iglesia evangélica, o es regalada por "Dios" o este regalo sería evitado por el "diablo", tal como lo dijo una vez el mismo Martín Lutero. En forma individual nadie puede influenciar esto – una terrible imagen de Dios, que incapacita totalmente al ser humano y finalmente hace terminar en eternos sufrimientos a una gran parte de la humanidad (presumiblemente a la gran mayoría). ¡Que clase de "Dios"! Así por ejemplo el más famoso pastor protestante del mundo, Billy Graham de los EEUU: "El terror de una guerra atómica en vista de la eternidad – pasa. La ira, que se derramará sobre todos, que rechazan la ofrecida misericordia, piedad y salvación en Cristo, es mucho más terrible." (Billy Graham, Geht unsere Welt ihrem Ende entgegen? [¿Se acerca al fin nuestro mundo?], Neuhausen-Stuttgart 1993, pág. 173)
Frente a esto sería cómodo "solo" para el creyente a la manera correcta
evangélica, para el cual valdría: "Se está frenrte a dios, como si nunca se
habría cometido algún pecado." (Billy Graham, Eine
Generation entdeckt Jesus [Una generación descubre a Jesús], Witten 1982, pág.
105)
Debido a que la enseñanza de fe evangélica, que dice "Sola la fe basta", que también le sirve a la iglesia católica, Que como casi ninguna otra organización se ha cargado de culpa, en el correr de la historia, por los incontables crímenes cometidos, el Vaticano ha decidido en el año 1999, aceptar esta enseñanza, también para el catolicismo, entre tanto la iglesia católica no se acerca ni un centímetro a la iglesia evangélica. Y así dice en la Declaración conjunta de la enseñanza de la justificación las dos grandes confesiones del año 1999:
(15) Sólo por gracia mediante la fe en Cristo y su obra salvífica y no por algún mérito nuestro, … recibimos el Espíritu Santo que renueva nuestros corazones, capacitándonos y llamándonos a buenas obras … (22) … Cuando los seres humanos comparten en Cristo por fe, Dios ya no les imputa sus pecados … (25) Juntos confesamos que el pecador es justificado por la fe en la acción salvífica de Dios en Cristo. Por obra del Espíritu Santo en el bautismo, se le concede el don de salvación … (27) El ser humano es justificado mediante el bautismo en cuanto oyente y creyente de la palabra … (31) Juntos confesamos que el ser humano es justificado por la fe en el Evangelio "sin las obras de la Ley". (Romanos 3, 28)
Sin embargo ambas iglesias recalcan también en esta oportunidad, que "obras buenas" como "frutos" de la fe, con todo también son importantes, y con esto se pueden referir a Pablo, pero no a Jesús. Y de hecho: de Pablo proviene la frase fundamental de la así llamada enseñanza de la justificación: "Concluimos, pues, que el hombre es justificado (solo) por fe sin las obras de la ley [= leyes del antiguo testamento]" (Romanos 3, 28). Pero él completa: "¿Luego por la fe invalidamos la ley? En ninguna manera, sino que confirmamos la ley (V. 31). O en otra parte: "Por las obras de la ley nadie será justificado. Y si buscando ser justificados en Cristo, también nosotros somos hallados pecadores, ¿es por eso Cristo ministro de pecado? En ninguna manera. Porque si las cosas que destruí [evidentemente Pablo se refiere aquí a la vida "pecaminosa"], las mismas vuelvo a edificar, trasgresor me hago." (Gálatas, 2, 16-18)
Aquí un desprejuiciado buscador de Dios puede notar, como las simples y
sencillas palabras de Jesús de Nazaret ("¡Mantén los mandamientos!"
respectivamente "habéis oído … pero yo os digo …") ya fue falsificado por Pablo
a una compleja enseñanza de fe (según el eslogan: los mandamientos oficialmente
son importantes, pero no necesarios "para la salvación"). Y lo que quiso decir
Pablo en cada caso, sobre esto se pelean los teólogos desde hace 2000 años
(generalmente a coste del estado) (ver también El Teólogo
Nº 5) mientras se increpa contra los mandamientos hasta nuestros días. Y
también la declaración en conjunto de ambas iglesias del año 1999 (El
texto completo ver aquí
es.catholic.net),
cuya formulación – nuevamente a costas del estado – se
afinó durante años, sólo demuestra, cuan poca claro y complicado era todo este
asunto desde el principio. Así tampoco casi ningún cristiano eclesial entiende
las detalladas "instrucciones de aplicación" del documento con sus muchos
recovecos, con sus constantes "cuando y pero" y sus repetidos "así como
también". Para el creyente simple sólo la frase "Solo la fe basta"
es fácil de retener.
Y aquí tampoco ayudan páginas y páginas de explicaciones teológicas, intentos de
limitaciones y pretextos.
Jesús no enseñó esto.
Y
esta creencia ha llevado al cristianismo y al resto de la humanidad a su actual
abismo y no los saca de allí. Al fin y al cabo, Pablo ya sospechaba que su
enseñanza de la creencia "justificadora" podría tener terribles
consecuencias para la ética de los creyentes (¿es por eso Cristo ministro de
pecado?). Y exactamente así sucedió. El historiador Karlheinz Deschner escribe:
"Después de ocuparme intensamente de la historia del cristianismo, en la
antigüedad, en la edad media y los tiempos modernos, incluyendo de forma
especial el siglo XX, no conozco ninguna organización del mundo que se haya
cargado de crímenes durante tanto tiempo, de forma tan prolongada y terrible
como la Iglesia cristiana, especialmente la Iglesia católica romana." (Die beleidigte Kirche,
Freiburg 1986, pág. 42)
Con Dios o la voluntad de Dios el cristianismo eclesial y la enseñanza "La fe sola" de hecho no tiene nada que ver, y aquí tampoco hay un "misterio divino". Puesto que Moisés enseñó los diez mandamientos y Jesús la prédica de la montaña y el mandamiento del amos a Dios y al prójimo, y Jesús dijo al respecto: "Haz esto y vivirás." (Lucas 10, 27)
Así hoy en día se vuelve a juntar cristianos libres, quienes encuentran la salida del abismo eclesial y confiar en un Dios amante, quien no es misterios y tampoco manda a quemar a sus hijos, porque no tiene la "fe correcta" (respectivamente, no ser bautizado por la iglesia), como lo tratan de hacer creer las iglesias a los humanos. Cada día es, para ellos una nueva chance de acreditarse en la fe activa, que significa: Reconoce tus errores arrepiéntete de ello, pide perdón y perdona, repara si hay algo que reparar, hasta donde sea posible y no vuelvas a cometer lo negativo. Con esto experimentan: El que se atiene a los diez mandamientos y la prédica de la montaña, encuentra el camino hacia la felicidad, libertad y salud, como se lo había prometido Jesús a sus apóstoles. Pero aquel que quiere seguir perteneciendo al corral eclesiástico y que quiere ser salvado por "sola la fe", para éste, las palabras del profeta Juan podrían ser una seria advertencia, quién en vista la iglesia temporal, quién escribió: "Salid de ella, pueblo mío, para que no seáis partícipes de sus pecados, ni recibáis parte de sus plagas." (Apocalipsis 18, 4)
Link:
Revista "Der Theologe", editor Dieter Potzel, edición Nº 35, Peligrosa enseñanza de la justificación, Wertheim 2007, citado según theologe.de/fe_justificacion_peligrosa.htm, redacción del 28.8.2022 |
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